lunes, marzo 27, 2006

Trento... y tres mas :)

He pasado el fin de semana en Trento, la ciudad del Concilio, de los libros de historia, de las montañas, del spec, de la miel, de la segunda vida de mi Maritere. He pasado el fin de semana en mi otra casa, Italia, y su red ferroviaria, cambiado de intercity a regional, visitando estaciones, viendo alejarse Padua y Verona y Vicenza... y viendo acercarse Venezia, otra vez. Venezia, donde siento que vivo, donde me conozco cada calle, cada hueco, cada acento, cada escalón partido. Venezia y todo lo que pone en mi vida, precisamente ahora.

He pasado el fin de semana en mi hogar porque la vida me invita siempre a cruzar el mundo para respirar italiano, para reir en italiano, para sentir allí y aquí.
He pasado 48 horas escudriñando por las amplias ventanas de la casa de maria teresa mi reflejo, que poca diferencia de aquella otra vida juntas en Poeta cabañas, de nuestras risas, de nuestras reuniones, de lo que nos gusta a las dos juntar amigos, crear cosas, ambientes, amor.

Ha transcurrido un fin de semana en casa de Maria teresa bajo un poster hecho a mano por ella donde se podía leer. 'II CUmbre HiapanoItaliano. Concilio de Trento: Verde que te quiero Verde'. Degustando platos regionales, la deliciosa melanzane alla parmegiana, i zucchini, il prosecco, la colomba típica de Pascua, las aceitunas rellenas propias de la región, . Y todo por nosotras y nuestros caminos en la vida; por nuestras conversaciones cruzadas en el alma, nuestras historias abiertas, los pasos dados.
Este fin de semana hemos podido ver el miedo a vivir reflejado en la mirada de las compañeras de piso de marietere, su letargo emocional, sus vidas en continua espera de un 'hombre', de que suceda 'algo', de resignación, de esperar, de ver pasar. Y como nos miraban, nos oían reir, contar nuestras historias,, ahora, que somos dueñas de nuestro paso, de nuestros días, que nos acariciamos y mimamos por dentro para abrazarnos por fuera; ahora, nos sentimos luces, claras, directas que molestan a muchos porque te hacen darte cuenta que otro ritmo es posible; otra vida, necesaria; otra felicidad, alcanzable.

Nos hemos encontrado en visperas de mi cumpleaños y del cumpleaños de Maritere como regalos en vivo que nos hemos hecho: pasear por la ciudad rodeada de montañas, hablar en italoespañolo, reir. Hemos pasado unos días sin horas, rompiendo el tiempo, sacándolo de los bolsillos, pintando círculos en el aire y luz en las miradas. Tal y como se hace, cuando el tiempo se vive por dentro y lo marca tus entrañas.
Libres. Sin saber de miedos, ni de edades, ni de distancias, ni de convencionalismos, ni de normas. Sólo alegría alternada con trsiteza, también pura y necesaria. Con mi vida al fondo, volviendo hacía mi. Constatando que el tiempo no pasa, es inmutable para las almas que saben.

No hay comentarios: