lunes, septiembre 19, 2005

'Francfurt Jose'

Si hay un lugar mítico en Barcelona, ese es el 'Franckfurt José', osease un lugar extrañísimo de gente de lo más 'in' y de lo más 'out', que descubrió en su momento Charini y Xavi y donde pasé,en su momento, unas fantásticas sobremesas de sábado y domingo, bebiendo y tapeando al ritmo de la música de los Chunguitos, Joaquín Sabina o Bordón 4. No he podido salir de mi asombro cuando descubro que el belga, mi belguita de Flandes, conocía el Franckfurt José... Sin comentarios. Tras una noche de fiesta que nos llevó de casa de Sara, para celebrar el cumpleaños de Mónica, al Collins - pa que el belga descubriera su paraiso en esta tierra: una taberna irlandesa cerca de su casa donde beber cerveza hasta que se le salga por los poros :) - y por último, viaje con agregados al Plataforma. El domingo improvisamos un encuentro en el Franckfurt José, un encuentro donde todo fluía con facilidad y naturalidad, donde disfrutamos de estar vivos, de reir, de no entender nada de flamenco -yo, el hablado; ellos, el bailado, aunque al belguita se le ven maneras e hizo sus intentos.-, de abrirte paso con el inglés, de 'La calle de la melancolía' de Sabina a 'No dudaría' de Antonio Flores, de la magía de los encuentros, de las risas compartidas; de la amistad sin más pura y verdadera sin expectativas, sin intereses, sin roces ni excesos: esa que nace sola, de repente sin abrir la boca. Sólo porque es. El quererse por quererse, sin entenderse porque no se necesita, porque están los abrazos, porque hablan las miradas, porque te ries y el otro se ríe y soltáis juntos una carcajadas, porque la sonrisa sustituye a las palabras, porque el humor belga tiene su gracia -mucha :)- porque Ferrán sonreía todo el tiempo, emocionado y feliz, porque los amigos de Seb brindaban una yotra vez por la Feria de Abril del año próximo, por Flandes, por Chambao, por todo..., porque las chicas de la mesa de al lado vendían poemas a un euro, mientras bailaban agarradas, porqué don José es de Ecija y me trajo todo un plato entero de patatas al 'alioli' -'pa' que te alimentes bonita y espero que no sea un antojo' ;P porque el sol relucía por la mañana y nos invitaba a vivir, a llenarnos, a existir... Y, todo esto, Alejandro y María Teresa, desde la distancia, en Granada y Trento, lo sintieron, lo supieron, lo vivieron. Al menos, eso pensé cuando me llamaron. Porque la vida es saber que te mueves con el ritmo acompasado que marca tu interior, y el suyo, y el de él, y el del otro... el nuestro.

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