En venezia el nombre de las calles se repiten una y otra vez.
Hay algunas que me tienen muy sorprendida por lo extraño como la de 'scalater' o 'scale', depende.
No se que significará pero me gusta. AL final deduje -de tanto andar-
que cada 'sestier', tenía su calle de la Madonna, de la Scalater, del Boteguier..
como que esa repetición tiene ya algo de sentido.
Es como las historias que arrastramos las personas, que se repiten siempre, y algún amigo
te cuenta algo y a ti te suena todo, y le dices cómo acabará y él te pregunta porque lo sabes
y tú le dices: 'porque desde el principio de los tiempos es así', y no has respondido tú, claro
sino tu experiencia. Cuando sucede eso, te das cuenta de lo que has vivido y te tranquilizas,
ni ella está loca ahora ni tú lo estuiviste. A veces tengo dos o tres finales distintos, porque hay historias que en ocasiones
permiten esa posibilidad. Otra cosa que me deja asombrada es la capacidad que tenemos
para repetir escenas ya vividas en el papel del contrario. Muy instructivo si nuestro ego nos dejara verlo.
Esto resulta más divertido y complejo
a la vez, porque muy pocos se dan cuenta de ello, al menos en el momento de vivirlo.
Es como una lección de la vida. A mi me recuerda
a las calles de venecia, los recovecos y las distintas direcciones que se te presentan, todas te recuerdan a algo, algunas a nada, y siempre tomas el camino que te suena, en busca de un resultado simiñlar. Da igual el camino que sigas, no sabes ni porque tomas un puento u otro
o porque te guías, al final acabas donde quieres acabar, aunque no supieras que querías ir allí.
Caminos distintos, mismo destino. Y, aunque no lo supieramos, ya lo teníamos pensado.
seguro que Venecia está hecha así, aposta.
lunes, febrero 07, 2005
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