martes, agosto 30, 2005

Sentir el tiempo

Alejandro y una reveladora verdad. Mi prima y cómo escapar de la esclavitud del que ama. El Levante y su fuerza azotando el Poblado de San Antonio de madrugada, sola, sonriendo. José Pablo y su llamada inesperada, su generosidad y la claridad de sus ojos. Ana Martín y la intimidad que deshicimos. Vanesa y un taxi compartido con unos ojos que reconocí de otra vida. José Léon y su simpatía, su obsesión por el buen sexo y su excelente cocina. Sandrita y mi recién descubierto amor por la 'Luna Rota' (Rosana se lo debió oir a un niño) . Fernando y lo que por fín ví. Mi primer novio y nuestra conversación telefónica vía móvil de su padre, improvisada y natural como ambos fuimos. Mi hermana y sus 50 euros.. Willy y las guitarras de madrugada en el Pub de Fali en un concierto improvisado y único. Alejandro y Juanmi y su boda en junio. Inma y yo y la frase 'No es valiente hacer lo que a uno le gusta, simplemente es estúpido no hacerlo'. Anabel embarazada en la playita como tantos años antes, como siempre... Internet gratis, una cena íntima y divertida en el Rincón del Parqué, Plácido Domingo a pleno pulmón en el coche, que me descubran en casa ajena de madrugada, que la Guardia Civil nos pille bajando por una cuesta después de la hora prevista, las 'agua vivas', las pizzas caseras, las escapadas para espiar, el baño temático de la casa de José léon, la sonrisa que me arranca José pablo, la fisonomía esbelta de la novia de Javi Mariscal, la llamada inesperada para hacer una entrevista de trabajo en Sevilla, los viajes en barco, la caminata hasta la aduana, los baños en la piscina cuando el sol se va, que me sorprendan los ojos azules del que me entrevistaba, perder kilos, Que seb me prometa un beso cibernético, que ferrán me eche de menos. Tapear con esther Úbeda y su vida. Beethoven y la Orquesta de öpera de Ucrania tocando en el Patio de la Jabonería de los Duques de Ayamonte. La luz roja del coche de mi prima, una lección de la vida, dormir en el salón de JP, las albondigas con sardina y pipas, el Rompido, los pimientos rellenos de la madre de Ana Martín, los ex, los 43 grados a la sombra, la comunicación para el desarrollo, Linesur, las carcajadas un domingo por la noche de los tres 'j' y yo, la falda marrón, las botas naranjas, la caída por las escaleras, el Estrecho abierto, lo pequeño que es el mundo entre ceuta y Algeciras y andalucía, Sevilla y el dolor que dejé allí, que va sanando. Decicir... El tiempo no existe. Siempre es el mismo, está ahí. Sólo hay que vivirlo.

Vuelvo a mi

Feliz. Tranquila. Con ganas de vivir, de observar, de ver y sonreir. Te miro sin ver. Te siento con el alma, abierta palpita, entregada al regocijo de compartir entre amigos, de reir, de encontrar su hueco en los mismos ojos, en las mismas manos, en el mismo espacio de tiempo de años. Camino a pasos cortos. No me gusta correr, ya no. No espero encontrar en cada esquina sus ojos, ni dejar fluir mis lágrimas ante el más mínimo recuerdo del orgullo herido -en lo que se convierte el amor resentido-, navego con mi maletita naranja, cargada de buenas palabras, de sonrisas gratuitas, de patatas bravas, de consejos de los amigos de siempre, de su cálido abrazo, de los minutos que pasamos juntos sin vernos, de las palabras que oímos sin pronunciarlas, de los huecos que robamos a la vida para ser nosotros sin distancia ni olvido, de poemas truncados, de hechizos y deshechos de amor, de pasiones partidas y ensalzadas, de sueños que no terminan, del viento de Levante y los traumas y las fobias que nos transformaron en la infancia. Categorizada como de 'sexo femenino' y mi pancarta de 'alegría agotadora' alzada. He reencontrado mi hogar donde siempre estuvo, dentro; En mis manos, en mis palabras, en mis risas correspondidas, en mis pañuelos de colores, en mis kilos de más, mi pelo despeinado, mis pocas ganas de esforzarme, en mi siesta interrumpida, mi falsa coraza de 'autosuficiente'. Un minipiso con vistas a un mar frío que hay que domar, con cristaleras de colores y telas que se mecen con el viento; soleada terraza y desván terrorífico sin limpiar. Mi refugio.

Llevo el hogar puesto, cálido y acogedor, a veces dejo abierta alguna ventana que me empaña la mañana, dejo que demasiados desconocidos se sienten en el salón de mi alma, demasidos vecinos ruidosos, excesivo trasiego, que no me deja flotar. Por eso me gusta el silencio, el compartido, el juego de miradas, los ecos que deja su marcha. Respiro tranquila, allá donde soy yo, donde estoy yo, lo auténtico, lo verdadero, aquello que das y que salta de alegría ante una visita inesperada. Mi interior es, indiscutiblemente, mi hogar. El hogar de cada uno, el único sitio al que uno regresa, del que no se marcha. ¿Cómo podemos dejar que cualquiera haga y deshaga a su entojo?
Yo estoy habitada y este otoño plantaré geranios para dar la bienvenida a la madurez de aceptarme sola, de no quedarme con suplentes, de no demostrar nada aunque me cueste. Voy a plantar flores y a regarlas porque no quiero más marcharme.

lunes, agosto 29, 2005

Reposo en alma amiga

Paso la última noche de mi nueva vida en el salón de la casa sevillana de JP, sabiendo que algo nuevo se ciñe sobre mí. Respiro. Descanso. Río y me lleno de Ser. He pasado diez días navegando por mi misma, por mis miedos, mis temores, mis deseos, mis anhelos, lo que quise ser, lo que nunca seré, lo que inventé e inventaron para mi; y los he recorrido apostada en el alma de los seres que me conocen, quiero y me dan cobijo.Ni siquiera puedo detallarlo. Me lo guardo, pero desde la visión del mar del Estrecho, impetuoso e incorregible, hasta el viento de Levante sacudiéndome entera en el Monte Hacho, el mails agadable de Fernando, la conversación telefçonica tras más de diez años con david, el primer chico con el que salí,y la música inundando el coche de Alejandro, tras una cena de verano, terminando en la trsiteza de la noche semioscura de Sevilla,he sido inmensamente feliz. Todo forma parte de un pla ya trazado, el mío, aciendo lo que siempre desee, visitar a quienes quiero,compartir con ellos. La vida es un camino, el trabajo un medio para hacer ese camino, nuestro fin:aprender.En todo esto, el amor es eterno.

viernes, agosto 12, 2005

'La Vivancos'

La Vivancos es una de esas actrices naturales que llevan una película puesta encima, desde que sale de casa hasta
que vuelve. Un personaje sin títulos de créditos, de esos que en los años en los que no había televisión ni cine, alegrarían la vida de las gentes del lugar con historias interminables cargadas de aventuras que ella asumiría con su desbordante naturalidad.
La Vivancos es mi amiga más antigua.
Las dos llegamos a esta vida desde otra más antigua y empezamos a vivirla.
No importael tiempo que hayamos vivido, las distancias, los caminos, equivocados o no, que hayamos tomado a lo largo de los años, la Vivancos y yo hemos evolucionado de forma similar, en muchos aspectos. Ambas stamos seguras de que hay otra realidad, de que puedes pegar patadas al aire para romper los cristales transparantes que nos impiden movernos, de que el ritmo de la vida se lleva por dentro, y cada uno el suyo propio, creemos en la antiguedad de nuestras almaas, a nuestra manera y de nuestra forma.

La Vivancos es un hecho especial, una confluencia de materia y espíritu capaz de dejarte enla más absoluta duda.

La primera vez que la vi yo tenía 5 años y me encontraba en la posición de salida de una carrera popular. Nos saludamos y me puse a llorar porque no quería correr. Esa fue la vez que la reconocí. Ya ibamos juntas a la clase de la señorita Pepi, en primero de EGB, aunque antes habíamos coincidido en el parvulario cuando, según sus palabras, yo mer acerqué para preguntarle: "¿quieres ser mi amiga?". Y ella me respondió: 'No'. Y se puso a llorar.
Silvia fue para mi como un farol que indicaba el camino, lo compartimos todo, lo hablamos todo. Me hacía los dibujos, las caligrafías, y ejecutaba las maldades que se me ocurrían. La Vivancos y yo nacimos en un año mítico (aunque no sabría concretar cuantas veces antes lo habríamos hecho igual) y nos perdimos y encontramos con la misma sinceridad, otras tantas más. Y nos impreganamos de la vida en las calles de Ceuta. Nacimos junto al mar, las dos.
Nos Hablamos directamente a un espacio que existe dentro de nosotras en alguna parte, aún sin definir, por eso pemanecemos igual, por eso no variamos.,.

La Vivancos me llama hoy desde un tren, en Madrid, donde trabaja y vive desde que se fugó con un extravagante mexicano tras una historia de estas rocambolescas que debe existir en la vida de toda actriz natural. Me llama para decirme que, podríamos hacer nuestro sueño mochilero de recorrernos Europa, realidad. Bien. Respiro. Asiento. y Sonrio. No estamos solas.
'Mientras haya en el mundo unos ojos que sonrian a otros que los miran habrá poesía'. Gustavo Alfo Becquer,
Mientras haya en el mundo un alma perdida, buscando sin cesar, sin prisa y otra a la que le parezca maravilloso que eso suceda y no se extrañe, sino que la acompañe, habrá esperanza para todos los demás.

Gotas que nos mojan

LLueve en agosto, se nubla el cielo, todo se torna en blanco y gris y me gusta. Me gusta que el aire se vuelva respirable, que la vida se detenga unos segundos, que las prisas me olviden por unas horas y pararme a pensar sobre mi, sobre mis días, mi camino. Voy improvisando, cuesta no controlar, dejando que la vida me sorprenda, con todo lo bueno y lo malo que eso supone. Las gotas de lluvía me trajeron la nostalgia de Carlitos y esa vida que pinta sin saber cómo lo hace, de mi pater honoris causa sevillano al que quiero sin excusas; me trae nostalgias de la 'Charini', mi ex compi de piso y de sus categóricas afirmaciones de mujer sensata y andaluza que tanto necesito ahora que quedo pegada al salón y con el alma volando, que me responde 'hartita de vino' desde Pamplona con ánimos vivos de la que sabe lo qué dice y cómo lo dice; la nostalgia del 'cordobés' y su arte, su alegría ysu vitalidad que me deja con las puertas del espíritu también abiertas. (siempre esperando los dos que se de el momento justo en que nos encontremos sin pareja...); y Jovi, por último, Jovi. Y la benevolencia de uno mismo, de querer perdonarnos a nosotros mismos, desde dentro sin resquemores por haber sentido y deseado, de la paz que transmite encontrar un hueco para entendernos, un hueco breve, quizás no perdurable, quizás una mala casualidad, un espacio abierto para hablarnos sin orgullo, sin rencor, sin el dolor, ni el miedo, sin la amargura de las heridas, ni la fantasias de la mente, con las corazas quitadas, con las lanzas en el suelo. Hay gotas de lluvía que lo limpian todo y dejan que veas por dentro. Anoche yo pude hacerlo, sinceramente, sin necesidad de fingir, de pintarme mi sonrisa más brillante o mi imagen más destacada. Era yo bajo la lluvía del dolor con el alma reposada. Pro primera vez en mucho tiempo hablamos en paz, de alma afín a alma afín, sin buscar explicaciones, sin desear triturar nuestras vidas por el cerco social, sina añorar lo de otros. Sin fingir, Sin expectativas, conscientes de que hay cosas que están por encima de todo lo que no entendemos. Cuando escuché ese 'Beita' que sólo he oído de labios elegidos, lo agradecí todo. Ayer quité los límites a un mundo en 3D, otra vez.
Gracias.

martes, agosto 09, 2005

La emocion de atraverse a VIVIR

El camino que cada uno sigue en la vida es cansado, a vaces incluso apático, aburrido, agotador. En ocasiones, nos obligamos a detenernos, a llenar los vacíos con cambios equivocados, cambianos de novio, para repetir situaciones similares al pasado; cambiamos d ecoche, de trabajo, de casa, tenemos hijos, hacemos viajes muyyyyyy largos, alugares muyy lejanos, buscando fuera lo que sólo tenemos dentro: un camino que no se acaba jamás pero que nos han amestrado para que lo tengamos callado, sometido, apagado. Lo mejor de nosotros, aniquilado, y sólo en el silencio de la noche nos damos cuenta, como diría Sandor Marai, de lo que de verdad somos. Y deseamos, que llegue ráoido el día. No me está quedando muy bien este texto, pero tampoco aspiro a eso, es dedícil explicar que los camnos se hacen para seguir andando, para seguir caminando, que la felicidad está en el hecho de saber que das los pasos correctos, en saber esperar, en conocer lo que te dan las personas que te rodeen, en aprender de ellas y dejarlas marchas, recibirlas a la vuelta, desprenderse del deseo de posesión, de los celos... VIVIR es lo más arriesgado, un reghalo que eludimos, temerosos de todo lo que haríamos: la de hijos que no tendríamos, la de dienro que no necesitaríamos, la de promesas que no incumpliaríamos, si sólo vivíeramos...
Sara, Marta, Mónica... Nuria..., la vida es una palpitación. Vibrar al unísono de almas abiertas, con ansias de vibir, sin temores, sin apegos, la vida da un vuelco cobra sentido, cuando te mueves, abandonas el sendero conocido, las rutinas, lo seguro y te esfuerzas en conocer, en buscar, en amar, en seguir andado, en no tener miedo, en ser comprensiba, en tejer vidas colgadas de tus ojos, te das cuenta que todo merece la pena. Todo.

martes, agosto 02, 2005

Cambio de marcha

"Me voy, Te dejo. Por fin. Tardé noches sin sueño, lloré días enteros, mañanas que venían después
de tus besos y hoy te digo adiós.
Adiós que no es un 'hasta luego' ni un 'hasta pronto', es 'adiós'. No un 'adios' a tí, sino
a todo lo que has hecho de mi. 'Adiós' no a tus besos sino a mis miedos. No a tus ojos, sino
a mi manera de mirar. 'Adiós' no a tu cuerpo, ni a mis sentimientos, ni a nuestras noches fugaces donde
el tiempo se nos quedaba enganchados, sino a la tristeza antigua de la despedida sin entender porqué.
En ese tiempo que no es lineal, ni se mide en meses, ni en lluvias, como todos creen, sino que siempre está, lo llevamos contando en lo más profundo de nosotros. Pero eso, no se lo cuentes a nadie.
Te digo adiós, sonriendo, feliz, serena y enamorada, con la tranquilidad del
que ve despojados los velos, desentrañados los enredos, del que entiende que no está en el otro las respuestas,
ni los porqués, ni el daño, ni las lágrimas, que están y son de uno mismo.
Te digo Adiós, feliz, porque no se acaba aquí el 'te quiero', no se termina ni empieza nada, sólo continúa lo que
ya empezó.
Lo que termina es el daño de querer lo que no es, de ver lo que no hay,
de jugar a lo que no soy, de pensar lo que se siente.

Me voy, por fin. Y, no necesito correr. Ni andar lejos. Me quedo aquí,
dentro de mis zapatos rojos que hoy son huecos, para verte pasar.
Me voy y no necesito moverme, respiro y no necesito llorar. Curo
mis heridas y no necesito dejar de amar. Hoy digo Adiós a lo que ví
y abrazo con fuerza eso que sacaste de mi. Lo más puro que mantuve
encerrado y que ahora y siempre fuí.
Ya puedo irme. Y te digo adiós. Y lo hago sin moverme, mirando tus ojos dentro de mi"