No salen las cuentas

Ya van dos veces que llegamos a un restaurante, comemos y cuando nos traen la cuenta, no tiene nada que ver lo expuesto con lo pedido.
La verdad es que -a pesar a pesar de arriesgarme a ir en contra de los tiempos con ello- bien es cierta la fras sabia:'Dios aprieta pero no ahoga' -espero no ofender a nadie, con la que está cayendo... se van a acabar las frases deñl tipo 'Vaya por Dios'- y yo, con mis 40 euritos en el bolsillo desde hace 13 días he hecho todo un prodigio de supervivencia en una jungla como barcelona. Claro, la providencia divina -o la mano de fatima, para ir con los tiempos más modernos- ha contribuido a ello. Cenamos como reyes el sábado en un restaurante de estos que mi amiga María del mar que es un rato pija -reconocida por ella misma- diria ydijo. '¡¡que guayyyy, que chulo!!! y yo ya empecé a temblar con los precios. Cenamos.... bien; hablamos, bien, reimos, bieeeeen. César hacia de mediador pudiente yyo el papel de pueblerina temerosa ante el castigo en forma de euros que llegaría.
Pero no, he aqui nuestra sorpresa y el milagro obrado, que al venir con la cuenta la camarera nos suelta un: '!!!!13 euros!!!!!!!. Cinco comensales a plato por cabeza... como que no nos salían las cuentas. Y menos, en un restaurante de estos de nuevos ricos, que se denominan. 'cuina de mercat' (que no se bien que quiere decir y no me refiero a la traducción sino al significado...)
Total, que haciendo gala que estamos en cataluña, César llamó a la camarera para avisarla de su error,y al volver a traer la cuenta... ¡¡¡¡Tachan, otro error!!!! 75 euros. Esta vez, nos miramos, encogimos los hombres y espetamos un: 'Lo hemos intentado, sino puede ser, no puede ser'. Y pagamos a 15 euritos por cabeza, felices y contebntos de que a pesar de Zp aún hay Dios (al menos yo he llegado a fin de mes con 10 euros ¿no hay premio para los que hacen juegos malabares con la pasta?).

'15 dias Contigo'

Sin preveerlo, ni pensarlo, ayer nos plantamos en el cine y disfrutamos
del calor y la ternura de una de las películas que más me han gustado en mucho tiempo, que
más me han dicho y, lo mejor, que responde a mucha de las preguntas que hoy me hago.
Vivimos anestesiados y sustados, aferrados a lo que poseemos: material o humano y, como diría
mi amigo David, sintiéndonos identificados con lo que nos ponemos, los cargo o 'statu's que alcanzamos
o las cuentas corrientes que figuran a nuetsro nombre (quienes las tengan llenas). Cuántos más grandes, más fuertes somos,
cuánto más poder y más cosas tenemos, mas seguros nos sentimos. Casi, podría decir, que las vidas de muchos
se sustentan en falsos cimientos que se derrumben al menor golpe de viento, sólo el deseo de lo
que possen y creen merecer. Ayer vibré con una historia de amor infinita que nada tiene que ver
con el sentido obsesivo y consumista de lo que hoy mal llamamos amor yque hemos transformado enun producto más
de nuestra sociedad, una panacea más para hacermos felices junto al coche el trabajo y la nómina segura.
Vivir al día, hacer de cada mañana un triunfo, sentir el sol, saber lo que somos y amarse a uno mismo, amar al otro. Un golpe en la cara, para que la próxima vez que vea a alguien buscando en el cubo de la basura, sepa que esa persona también soy yo.
Me quedo con la frase: 'yo te quiero como eres'. Una alegato a como el amor no tiene sentido y a veces, tampoco techo.

De Ceuta a Barcelona

María del Mar se ha venido a vivir a Barcelona... está muy feliz y yo estoy muy feliz
de verla tan hecha, tan centrada y tan feliz. En fin, es lo que tiene ser amigas desde
los 14 años, desde primero de B.U.P. (cuando en este país aún se iba a los institutos
a estudiar y si no lo hacías, suspendías traumáticamente). Ahora, nos volvemos a ver
cómo entonces, con 15 años más, y unas vidas paralelas.
Nos hemos reido y peleado, paseado muchísimo y hablado más.
Cada una sabe de la otra la lista de hombres y nombres que poblaron
nuestras mañanas y desabitaron nuestras noches. Tenemos errores y fotos comunes: una en un columpio en
San Amaro, donde se balancea, un día que salimos de camping urbano para celebrar el final de la selectividad
y de nuestra vida en Ceuta; otra en el mismo examen de selectividad... al ver que lo que nos caía en arte era el surrealismo..¡¡terror!!, otra imagen en la Alhambra sonriendo, en mi casa de Florencio Quintero en Sevilla, con Esther apunto de salir de fiesta... con la Mujer Muerta de fondo una Navidad...
Ella y su melena negra perfecta pertenecen a los
amigos, a los que siempre tienes al otro lado
del hilo del teléfonico... porque están a tu lado, caminan contigo, enla distancia fíisca que no del alma, es la magia del amor, que dura sin necesidad de fichar. MAría del Mar siempre ha sido, en Sevilla: mi amiga de Ceuta que estudia en Granada; en Barcelona: mi amiga de Granada que vive en Madrid y ahora: mi amiga de Ceuta, que vivirá aquí. A veces hay que categorizar para que los otros entiendan, lo que no tiene explicación, ni lógica: la amistad es incomprensible como el amor, y como éste nace en un momento y se apaga con las exigencias.
Ahora, disfruto de que mi realidad salte por los aires y que ya tengo una línea de teléfono menos que levantar. Hasta aquí, de momento.

'Mai fermarsi... cercare, cercare...'

Una vez pasada la frontera tenue que separa los aglutinados de los buscadores todo cobra sentido.
La semana ha estado plagada de movimientos subalternos, de encuentros y reencuentros.
Una intensidad que te situa de nuevo en el punto de partida o de continuidad.
Volví a ver a la 'tarragonina' tras seis meses, tras compartir ambas unos baños
árabes en Córdoba -donde nos conocimos- y una historia de 'solapaos'. La verdad es que disfruté mucho
en aquella fiesta internacional de nuestro reencuentro, sobre todo porque iba con David y con David alias 'Lucky' siempre hay una fiesta dentro de la
fiesta.
No estuvo mal, especialmente por lo que a reencuentros se refiere.
El sábado, continuamos en la misma línea, Concha y Paco -mi primera compañera de piso en Sevilla- atravesaron siete años de mi vida para
plantarse frente a mi en el Hotel Torre Barcelona. No nos veíamos desde su boda en Almendralejo, una
de las mejores bodas a las que he ido, matizo, creo que la boda más divertida a la que he acudido y he visto
casar a muchas amigas y conocidas como para saberlo.
Quizás eran los ecos de una recién estrenada libertad lo que la hizo especial. El hecho de desplazarme a un
pueblo que desconocia, de vivir todos los preparativos, de alojarme con sus padres, de estar con sus amigos y de probar
los mejores entremeses que he probado jamás... ummmmmmm. La verdad es que fue espectacular. Almendraeljo es
un pueblo digno de que sus habitantes no se quieran marchar ni 'hartos de vino' o 'de cava' no en cvano, es el único lugar NO CATALÄN donde existe cava de denominación de origen. Todo un descubrimiento.
El ssábado hicimos gala de ser del sur los tres y lo que empezó con una comida -y ye ma hebia olviado porque en Barcelona tú quedas para el tiempo de una comida y no se te concede más- se prolongó por la tarde con cafés, paseos, pescaitos en La Plata, buena conversación, críticas a la situación actual y CENA... a tomar por el saco el resto de compromisos. La vida tiene esto.
Como diría Concha... '¿Es que aquí no se entiende el concepto de 'tas líao y tas líao... vamos que uno no quería pero ya se sabe?'. Fantástico concepto que casi ya no ponía en práctica, habituada como estoy a que en que en Barcelona el tiempo se divide y subdivide en partículas más pequeñas a compartir y disfrutar de una forma racional y concreta porque el tiempo libre no se puede desperdiciar. Vamos que de libre tiene poco...
Me encantó, me trajaron aires de libertad y de vida... Improvisamos... y me di cuenta que esa es la bandera que he hecho todo mi vida: 'me he liao'. "Si, si ya se que debería centrarme, si yo ya iba pa'esto, para lo que me habéis educao, p'a centrarme... pero es que... me he líao". Y sà líaoo. Pués eso, aprovecho para anunciar que me he líao... y que creo voy a seguir liándomee un poco mas. ¿Será la sangre que tira?

Jueves de feria... Daiiii!

Como agua de mayo llegó el papel de Correos, avisándome de que Italia se había acordado de mi,
vamos que mi cajita de libros ¡estaba en España! qué bien... con todo lo que he'liao' en este blog
por el incierto futuro de esa, ya famosa, cajita amarilla. De todas formas, las noticias nunca llegan solas, sean malas o buenas y la semana ha cogido un cariz de velocidad auténtico. Por fin, la vida y la alegría me han hecho sonreir y darme cuenta de que, al igual que para otros
realizarse es 'construir o formar algo', para mi es descubrir, probar y seguir adelante, sinmás expectativas que lo venga viniendo. Uffff, que peso me he quitado de encima...
mira que dije que nunca más me quedaría en un traje que me estuviera estrecho, pués casi que me autoconvenzo.
No se porqué, pero es sólo darme cuenta de que ni estoy atada a ningna parte, ni me siento atada y... Vivir; abrir los ojos a la vida llena de esperanza. Siempre lo he dicho: a veces, basta con dar un paso más, hablar a alguien desconocido, pedir un teléfoo, sonrteir d eforma inesperada, pasear sin rumbo fijo, calquier cosa para pasar de 'ellos' a ser 'tú', una ténue frontera que, cuando la cruzas, todo, empieza a tener sentido y a surgir.
Lo que está claro, es que como me dijo Lucía, parafraseando a un filósofo. hoy hace dos años, un Jueves de feria en el Real de la Feria de Abril: 'todo se mueve, nada puede quedarse quieto, porque sino se rompe'. Eccola... gracias Lucía, gracias Sevilla. Gracias Lucky por esa magnifica e inesperada invitacion a comer y a reir juntos de nosotros, de los otros y lo 'que aún no hemos hecho'.
Susi... que sepas que me voy a pegarunos bailecitos enn tu honor esta noche. La alegría de vivir se lleva puesta no es un destino y de eso los andaluces si que sabemos.
Muaaak.

¡Buuh!

Creo que es la expresión que con la que más me identifico de Italia es: buhhhh!; con encogimiento de hombros añadido.
me pasé cuatro semanas diciendo, 'buhhh' a cualquier pregunta sin respuesta, a dudas sin sombra de
solución, a exclamaciones o reclamaciones. Y no sólo yo, se transmite y se pega de conversación en conversación, todos en algún momento hemos elevado los hombros, mirado al cielo con expresión de infinita paciencia y espirado un 'Buuh'. Sinnecesidad de nada más, el otro ya entiende. ¡Buh! es lo que me dirá el funcionario de correos veneciano
cuando lo llame para relamarle mi cajita cargada de sapiencia en dos idiomas. Encogerá los hombros y hará un
signo de santa paciencia (que yo no veré pero que imaginaré) al cielo, ¡¡cuánta veces más tendrá que soportar que otra extranjera le llame para reclamarle algo! ¿no ha disfrutado de venecia? Pûés que más quiere'-pensará- al fin y al cabo qué le importa a él mi caja si estoy tan lejos, que no la hubiera enviado, este episodio, para él, forma parte del pasado.
Me gusta ese espíritu, lo reconozco, aunque me afecte y me deje sin libros.
Siempre he pensado que la eficiencia nos resta eficacia, no deja espacio a la improvisación, ni a la inventiva, ni a la queja, ni al intercambio cultural o no, ni al conocimiento. Sólo somos eficientes... ¡Buuhh!

La posta

No se me ocurrió otra cosa (sabiendo lo que iba a pasar) que enviar desde Venecia 5 kilos de libros
por eso de que con todo el peso que llevaba encima (material y psíquico) no podría tirar.
No se porqué sentí como una punzada en el pecho de dolor (tras dos horas de arreglos y desarreglos con 'il postino') al ver
como el funcionario canoso cerraba la cajita y yo despedía mis amados libros con la mirada.
Es lo más próximo que creo me sentiré nunca a la sensación de una madre cuando abandona a sus 'crías' en la
puerta del autobús camino del Campamento de verano. me quedé un rato con el pensamiento perdido, sabiendo que
no los volvería a ver (es esto de los presentimientos). A pesar de que el funcionario me alentaba con palabras de apoyo:
'dai... sicuro que arrivanno...Forza'.
Es lo que pasa, una sabe ya los resultados, pero se tira de cabza a ellos.
en fin, la providenzia hizo que 'il postino' salvara 'Il pensiero Meridiano' de esta cruzada, al casarlo de la caja por exceso de peso... de los demás Chi lo sà?
En fin, sólo me consuela saber que en algún lugar entre Venecia y Barcelona, una cajita amarilla de la posta italiana anda dando vueltas y quizá nos volvamos a cruzar...

Querini Stampalia

Bueno, pués nada. Aquí estamos.
Y luego dicen que el tiempo pasa rápido; será para los que no lo ven pasar.
Barcelona sigue tan claustofóbica como cuando me fui.
Para mi gusto, demasiado insoportable. Demasiadas personas corriendo,
demasiadas personas sin saber a donde van, demasiadas prisas, demasiados móviles.
El viernes esperaba a Jesús en la puerta del Zurich, que es como quedar en la portada
de la Feria de Sevilla el lunes de Feria, vamos, una gilipoyé pa' no encontrarse.Estaba yo y
diez mil personas mas a mi lado, esperando y pensé: ¿cuántas personas esperan?
¿Cuántas personas se pasan la vida esperando? ¿esperando quée? Alli, yo, perdida, con diez mil personas,
desparejadas, todas esperando... llegado un momento, todas fueron sacando sus móviles, y fueron
llamando... 'demasiados móviles'-pensé-, toda esa masa humana expectante y esperando conla
respuesta a sus ilusiones y esperanzas colgada de la oreja. Es que ya no se espera como antes... lástima
que en la vida todas las respuestas a nuestras esperas no están detrás de una línea telefónica.