“Que haya espacios en vuestra comunión,
y que los vientos del cielo dancen entre vosotros.
Amaos uno al otro, pero no hagáis del amor una traba:
Llenaos las copas el uno al otro,
pero no bebáis en una sola copa.
Bailad y cantad juntos y sed alegres;
pero permitid que cada uno pueda estar solo,
al igual que las cuerdas del laúd están separadas y , no obstante,
vibran con la misma armonía”.
Khalil Gibrán (1913)
Y ese es el misterio que hemos olvidado con el trasiego de los años, de las historias, de los miedos implantados; o que no hemos aprendido (al menos, no todos). Porque si no sabes estar contigo mismo, es imposible estar con otro.
viernes, diciembre 09, 2005
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