martes, abril 12, 2005

¡Buuh!

Creo que es la expresión que con la que más me identifico de Italia es: buhhhh!; con encogimiento de hombros añadido.
me pasé cuatro semanas diciendo, 'buhhh' a cualquier pregunta sin respuesta, a dudas sin sombra de
solución, a exclamaciones o reclamaciones. Y no sólo yo, se transmite y se pega de conversación en conversación, todos en algún momento hemos elevado los hombros, mirado al cielo con expresión de infinita paciencia y espirado un 'Buuh'. Sinnecesidad de nada más, el otro ya entiende. ¡Buh! es lo que me dirá el funcionario de correos veneciano
cuando lo llame para relamarle mi cajita cargada de sapiencia en dos idiomas. Encogerá los hombros y hará un
signo de santa paciencia (que yo no veré pero que imaginaré) al cielo, ¡¡cuánta veces más tendrá que soportar que otra extranjera le llame para reclamarle algo! ¿no ha disfrutado de venecia? Pûés que más quiere'-pensará- al fin y al cabo qué le importa a él mi caja si estoy tan lejos, que no la hubiera enviado, este episodio, para él, forma parte del pasado.
Me gusta ese espíritu, lo reconozco, aunque me afecte y me deje sin libros.
Siempre he pensado que la eficiencia nos resta eficacia, no deja espacio a la improvisación, ni a la inventiva, ni a la queja, ni al intercambio cultural o no, ni al conocimiento. Sólo somos eficientes... ¡Buuhh!

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