No se me ocurrió otra cosa (sabiendo lo que iba a pasar) que enviar desde Venecia 5 kilos de libros
por eso de que con todo el peso que llevaba encima (material y psíquico) no podría tirar.
No se porqué sentí como una punzada en el pecho de dolor (tras dos horas de arreglos y desarreglos con 'il postino') al ver
como el funcionario canoso cerraba la cajita y yo despedía mis amados libros con la mirada.
Es lo más próximo que creo me sentiré nunca a la sensación de una madre cuando abandona a sus 'crías' en la
puerta del autobús camino del Campamento de verano. me quedé un rato con el pensamiento perdido, sabiendo que
no los volvería a ver (es esto de los presentimientos). A pesar de que el funcionario me alentaba con palabras de apoyo:
'dai... sicuro que arrivanno...Forza'.
Es lo que pasa, una sabe ya los resultados, pero se tira de cabza a ellos.
en fin, la providenzia hizo que 'il postino' salvara 'Il pensiero Meridiano' de esta cruzada, al casarlo de la caja por exceso de peso... de los demás Chi lo sà?
En fin, sólo me consuela saber que en algún lugar entre Venecia y Barcelona, una cajita amarilla de la posta italiana anda dando vueltas y quizá nos volvamos a cruzar...
viernes, abril 08, 2005
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1 comentario:
¡Enhorabuena por retomar tu blog! ¡Esta es mi Bea!
;-)
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